13 DE MAYO. INSUPERABLEMENTE MÁGICO.

DÍA 13. VILLAFRANCA DEL BIERZO - SAMOS. 62KM.
DISTANCIA TOTAL 1022KM



Amanece nublado y mojado...desde el principio con mucha calma, me espera Galicia y se intuye el final de esta preciosa aventura.

Me quedo a desayunar en Villafranca estoy sólo en el bar y la chica del bar podría ser la hermana pequeña de Luz Casal, los de Valladolid tiran adelante.


El valle se va cerrando, se circula por la antigua N-VI...a unos 20km encuentro a los de Valladolid, efectivamente van muy muy lentos y todavía apenas sube.


















El paisaje se torna cada vez más verde y montañoso...ahora me recuerda mucho al Ripollès!
Comienza la subida de verdad por una carretera estrechita, preciosa! Teóricamente los ciclistas teníamos que tomar un cruce y por carretera subir a La Laguna/A Lagúa...pero yo he leído que A Faba es encantador y tiro hacia allí. Efectivamente lo es y también es donde empieza a llover y donde ya estás en Galicia! (la frontera está más arriba, pero eso no tiene nada que ver, A Faba es Galicia).















Ir por el camino "no apto para ciclistas" me obligará a bajar de la bici de vez en cuando...pero la recompensa por lo vivido en este tramo es tal que no importa lo más mínimo. Aquí sí el esfuerzo es máximo, bajo la lluvia, con un paisaje contundente, un bosque espeso, caminos de "corredoiras", pasillos entre muros de piedra por donde se conducen las vacas...podría sonar a calamidad. Y tal vez lo sea y es que en esos momentos sacas lo mejor de tí que lo disfruto y muchísimo...qué decir cuando miro hacia atrás para hacer una foto y veo un cervatillo que me observa!















Tras la dantesca y espléndida ascensión a 1.300m estoy oficialmente en Galicia, en O'Cebreiro. Pueblo singular que existe por y para el camino. Aquí paro a reponer fuerzas y tomar algo caliente. Llueve fuerte y la temperatura no será mas de 8 o 10ºC









A la salida me encuentro a los vallisoletanos, con su miedo no han subido ni por la carretera secundaria, han dado la vuelta por la nacional...lo que se han perdido!





















Hago unos metros por carretera pero hace tantísimo frío que enseguida vuelvo al camino...es todo un lodazal, nunca me enfrentado a nada igual y sin embargo me meto con toda naturalidad...con ese espíritu florecilla que me invade en los últimos días sin importarme el barro, la lluvia o no avanzar más de 5km en una hora...al contrario, COMO ESTOY DISFRUTANDO! En un momento de lluvia torrencial me refugio en un pajar con otro peregrino navarro, un señor mayor, de esos que te encanta oir hablar por como explican las cosas...

Proseguimos, se pasa junto a la carretera por el Alto de San Roque y más alante entre la niebla aparece el Alto do Poio! Otro momento que no olvidaré!

Allí hay un viejo bar donde al entrar se empañan las gafas. El lugar está lleno de peregrinos. Los que entran lo hacen con la cara desencajada, que enseguida cambia con el calor, el saludo y la sonrisa de los peregrinos.

Allí me tomo un caldo gallego que no olvidaré en la vida...se me caen las lágrimas. Una vez más, por si sólo en una degustación no lo sé...pero en aquel momento nada podía ser mejor! Tras fotografiar a un grupo de alemanes y otro de franceses, me siento en la mesa de los franceses. Muy bueno, que me levanto a por un segundo vino para acabar el caldo y mientras una señora menuda y octogenaria del bar me recoje el cuenco pensando que acabé. Al verme que vuelvo a la mesa con la copa de vino se percata de su error y me viene con el cuenco lleno y cual auténtica meiga me dice..."pensé que ya acabaste, ten que somos malas, pero no tanto". Pues no sé si el caldo tenía algo especial, pero yo en ese momento sentía como que todo encajaba...una gran felicidad!

Con esa magnífica sensación emprendo el descenso, por mi sendero lleno de barro...entre la niebla. Se pasan algunas aldeas o casas sueltas que te trasladan a otros siglos. De una de ellas me aparece otra "meiga" que me ofrece tortilla de patatas recién hecha y me pregunta si vienen muchos peregrinos por detrás, para quedarse a esperarlos. Es increíble! Viven de una forma humilde, humilde...y de lo poco que tiene, huevos y patatas no duda en salir al frío a ofrecerlo a los peregrinos...casi lloro en aquel momento!


Deja de llover y cuando la niebla se aparta aparecen unos valles verdes y profundos magníficos...luego supe que es la Serra do Courel, uno de los lugares más anclados en el pasado de Galicia y de la Península.

Antes de llegar a Triacastela, en otra aldea un hombre me detiene para mostrarme el castaño de los 1.500 años y como hay que fotografiarlo para sacarlo entero. Asegura que el la edad en que lo han datado unos técnicos...sobrecoge pensar que en plena edad media él ya vivía! En eso aparecen 2 ciclistas bajando a toda leche...les cuesta pararlos, pero lo consigue...hablan en catalán, me dicen que son de Menorca.
El tramo de Triacastela a Samos también es inolvidable, indescriptible, increíble...Y al inicio de una bajada aparece Samos, ahí abajo...de película! Había hecho idea de ir hasta Sarria, pero al ver Samos decido quedarme.

En la puerta me encuentro a los de Valladolid! Que han bajado por su carretera y siguen hasta Sarria. Me cuelo en una visita al monasterio para un grupo de ingleses...la visita se hace en castellano/traducción a inglés con momentos simpáticos. Allí conozco a Nieves, peregrina que también se ha acoplado a la visita y así podemos ir comentando la jugada.
Luego a nosotros 2 y otros 2 peregrinos nos llevan a ver la capilla del ciprés, Pre-románica, del S.X...y el ciprés que hay a su lado tiene la misma edad!!! Increíble!
Vamos a tomar algo al bar mientras esperamos para volver al monasterio a escuchar cantar a los monjes. Nos sentamos con una chica noruega...lástima que nos cuesta entendernos, porque parece maja.









El canto de los monjes pone un bonito atardecer a tan magnífico día. En un momento en que entra el órgano se abre un claro en el cielo y entra uno de esos rayos del atardecer por la cúpula iluminando la iglesia...ni Steven Spilberg!

Para poner el broche nos vamos a cenar. Resulta que Nieves es de Lugo. Ha estado en Portugal y Salamanca estudiando y para volver a casa ha querido "hacerlo andando" de forma simbólica...bonita idea. Me explica que ese rayo de sol de la iglesia en gallego se llama "luaria", como los innuits al hielo, los gallegos tienen nombre para todo lo relacionado con la lluvia. Y muchas más cosas interesantes, como un verso a O Courel que dice algo así como "...Non hai templo máis vasto, nin outro credo que este silencio".
Cuánta razón! Y para razón los habitantes primitivos de la zona, que al parecer los cristianizadores pasaban lo suyo para convencerles que las montañas y los ríos no hablan!!! Qué lástima de cristianizadores! En ese momento entiendo que eso tan especial que he sentido todo el día no era más que eso...que el paisaje me hablaba!

La charla se alarga hasta cerrar el bar y casi el albergue...nuevamente todo está en su sitio, difícilmente podría ser mejor.

1 comentari:

david santos ha dit...

Hola, José María!
Yo conosco Galícia. Es bela!
Gracias por compartir con nosotrso tu postagene.