11 DE MAYO. PLENITUD PEREGRINA.

ETAPA 11. LEÓN - ASTORGA, 54KM
DISTANCIA TOTAL 881KM

Amanece buen día.
Una vez más paso por la Catedral, luego San Marcos...León es realmente especial, así que antes de dejarla definitivamente me desayuno un chocolate con churros!

Como cada día, voy pasando a los 150 peregrinos de mi albergue. Poco después el camino tiene dos variantes y escojo la más solitaria y con menos carretera. Voy en pleno apogeo primaveral entre los campos cuando "Pinchó, pinchó, pinchó!!!"...esto lo digo así, en voz alta y recordando una simpática y vieja anécdota con Anna.

No sé por qué, pero lejos de enfadarme me lo tomo como una anécdota más...especialmente cuando la bomba que llevo resulta que no infla!

Decido bajar hasta el último pueblecillo que he pasado en busca de ayuda. Toco en una casa. Me atiende un matrimonio mayor. Vamos a la parte de atrás donde tiene varios tractores y maquinaria...pero todo eso lo lleva el hijo que no está y el hombre no da con el compresor...cuando lo encuentra, no atinamos a hacerlo funcionar. Finalmente lo conseguimos!

Prosigo con el presentimiento de que volveré a pinchar y efectivamente, 4 o 5 km más adelante: "Pinchó, pinchó, pinchó!!!" Y mira que había revisado la cubierta por dentro!

Esta vez decido caminar adelante, con la idea de que alguien me dé una cámara. Camino 3 o 4km hasta Chozas de Abajo. Me dirijo al bar, que es donde se solucionan las cosas en estos pueblos. La mujer no sabe cómo ayudarme, pero pronto aparece un lugareño al que me encomienda. El hombre me ofrece ir a su casa a arreglar el pinchazo y así lo hacemos...de paso ya arreglamos también la de repuesto. Descubrimos un cardo camuflado en el barro que era el causante de los pinchazos.

Entre una cosa y otra han pasado casi 3 horas, pero lejos de reemprender la marcha con la sensación de haber perdido 3 horas, salgo plenamente satisfecho con la experiencia vivida!

Ahora me siento plenamente peregrino y canturreo aquello de la Salseta de "...i estic totalment integrat!".


Así llego a Hospital de Òbrigo, otro punto clave del Camino, el larguísimo y estrecho puente del Passo Honroso. Aquí, el caballero Suero de Quiñones se batió a más de 300 guerreros de toda Europa por una promesa de amor. Esta fazaña está recogida en el Quijote, tal como leo en un plafón a la entrada. Lo leo y con los ojos como platos, el casco bajo el brazo y la bici en la otra mano atravieso el puente a paso lento y completamente erguido...adonquijotado perdido! Y es que siento que el peregrino y el caballero andante tenemos muchísimo en común!











Nuevamente por las alternativas más alejadas de las carreteras (quiero saborear el Camino al máximo y lejos de querer recuperar el tiempo de los pinchazos me meto por unos senderos donde necesito 2 horas para hacer los 15km hasta Astorga). La idea era comer aquí, visitarla y subir a Rabanal...pero Astorga me encanta y decido quedarme. Eso es lo maravilloso del camino, esa libertad!











Dedico la tarde a hacer la colada, donde coincido con Joan, el más cachondo de 5 iaios catalanes que había conocido un par de horas antes. Te partes con ellos, que siempre están metiéndose unos con otros y haciéndose bromas...son como críos!

Luego paseo por la bellísima ciudad, huevos estrellaos con prieto picudo en la plaza...en fin, plenitud absoluta! Me siento eufórico!


1 comentari:

Mª Carmen ha dit...

preciosas fotos, !cuantos recuerdos me traen!!
ksoyo